La cena debe ser una comida nutritiva, pero a la vez ligera. Recuerda el siguiente refrán y acertarás con la alimentación de toda la familia:
- Desayuna como un rey.
- Almuerza como un príncipe.
- cena como un mendigo.
A pesar de que el desayuno es quizá la comida más importante, no debes despreocuparte de la cena. Los niños gastan mucha energía a lo largo del día, es por eso que una cena nutritiva y ligera puede ayudarles a reponer fuerzas y descansar mejor durante la noche.
En muchas familias, la cena es la única comida del día que se puede compartir en familia. Por ello, es recomendable tomársela con calma y sentarse todos juntos a la mesa, para compartir lo ocurrido durante el día.
A la hora de preparar la cena se debe tener en cuenta el resto de comidas del día. De esta manera, se puede elaborar una cena con los nutrientes necesarios para completar una dieta saludable. Es decir, si el niño no ha comida fruta o verdura en el almuerzo, la cena es un buen momento para hacerlo.
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